A pesar de que es ciega, Luz Milagros Castillo de los Santos (Milagrito), de 10 años de edad, tiene virtudes y aspiraciones como ser buena estudiante, y mucho deseo de ser una artista y aprender a tocar guitarra.
Lo más extraño que rodea a Milagrito, como la apodan familiares y vecinos, es que ella estudia en un colegio, donde solo a ella le hace falta la visión.
La niña, considerada por los habitantes de Hato Mayor como la “Máxima Excelencia” por sus habilidades, se pasa la tarde correteando en bicicleta con amiguitas que le acompañan en su deporte.
“Quiero una guitarra para aprovechar mis vacaciones y aprender las notas musicales”, expresa.
Milagrito tiene la posibilidad de ver, pero para lograr ese milagro se necesita de una operación que según familiares conlleva miles de pesos, que ellos no poseen.
La simpática niña, de tez morena, sueña con graduarse en la universidad y aprender música, por lo que agradecería a quien le regale una guitarra.
Cursa el 5to grado de primaria en el colegio Los Querubines, que dirige Ramona Salas, quien habla de los dotes de la menor y la considera un angelito de Dios, porque alegra a todo el colegio, donde la miman y quieren.
Reside en la calle Padre Meriño número 91, del sector Galindo, con su abuela Isidora Mercedes, quien ve a su nieta como un angelito “que sin luz en sus ojos, vino a iluminar y alegrar el hogar”.
Mercedes explica que se dio cuenta de que la niña era ciega a los cinco meses de nacida, al notar que se quedaba siempre pensativa y con la cabeza fija en una misma dirección.
“Yo creo que el día que nació los doctores le dejaron la lámpara de la sala de parto encendida y le daba de manera directa a los ojos”, comentó.
En el barrio Galindo la cuidan y la defienden, y todo por el deseo de superación que irradia en los demás.
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