viernes, 10 de octubre de 2008

Una cuestión de cuerpos

Un moribundo llama a su mujer para confesarle sus mentiras, y así morir en paz… - ¿María, recuerdas aquella criada que tuvimos cuando vivíamos en Valencia, la que siempre llevaba desabrochado algún botón de la blusa? ¡Pues ese cuerpo fue mío!
-¿De verdad Pepe?
-¿Y recuerdas a tu amiga Virtudes? ¿Aquella rubia despampanante que siempre iba con minifalda? ¡Pues ese cuerpo también fue mío!
- ¿Pepe, recuerdas cuando en Barcelona vivíamos enfrente del cuartel de Bomberos?
-Sí, ¿por qué?
-Pues ese cuerpo fue mío…

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