jueves, 18 de septiembre de 2008

Condenan a 14 años prisión mujer mató coronel del EN



POR PEDRO CASTR O/Elnacional-Una mujer que mató a su marido, que era coronel del Ejercito, y posteriormente le cortó el pene y se lo puso en la boca al cadáver, fue condenada ayer a 14 años de prisión y al pago de cinco millones de pesos de indemnización por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Los jueces Alina Mora de Mármol, Navidad Ramona de los Santos y Rafael Pacheco encontraron culpable de homicidio voluntario a Margarita Liranzo Ureña, por matar de un tiro en la cabeza al coronel Héctor Salvador Durán Polanco, el 20 de diciembre de 2006 en su residencia en la calle El Arca, de Arroyo Hondo. El Ministerio Público solicitó 20 años de prisión.
Los magistrados distribuyeron el pago de los cinco millones de indemnización: un millón a favor del padre, Salvador Durán García; 2 millones para Vianela de los Santos, madre de uno de los hijos de la víctima, y 2 millones a favor de Zarita Altagracia Masto Jiménez.
El hecho ocurrió la madrugada del 20 de diciembre del 2006, mientras el coronel dormía dormía.
La unión marital entre el coronel Durán Polanco y Liranzo Ureña estaba llena de altibajos tanto por las crisis nerviosas de la mujer, como por los actos de infidelidad del oficial.
Según testimonios publicados a raíz del caso, Liranzo Ureña llevaba más de diez años de relación con Durán Polanco a quien hacía pasar por su hermano frente a su primer esposo, un italiano de avanzada edad y quien le compró la residencia en Arroyo Hondo, hace alrededor de 20 años.
Una de las primeras residentes en la zona, quien no quiso identificarse, recuerda con nostalgia al ciudadano italiano, al que definió como muy cariñoso con los pocos niños que residían allí.
Narró que un día incluso llegó a pegarle al italiano con un bate de béisbol en la cintura que le dejó marcada la hebilla de la correa y lo echó a la calle, por lo que tuvo que amanecer en una casa en construcción junto a unos obreros haitianos.
Esta golpiza, Liranzo Ureña se la propinó porque supuestamente su esposo había descubierto que Durán era su amante, y no su hermano como ella decía.
Luego muerió el italiano, alegadamente asfixiado. Ningún vecino supo dónde fue el velatorio ni el entierro.
A partir de ahí, Durán se presentaba ya como marido de Liranzo Ureña, pero al parecer no todo era color de rosa, ya que los celos eran constantes, de acuerdo con el testimonio.
Una de las crisis en la relación sucedió cuando Liranzo Ureña se enteró de que su trabajadora y persona de confianza estaba embarazada de Durán. De ese embarazo nació una niña que ahora tiene tres años y para cuya manutención su madre tuvo que acudir al Ejército. Hasta el día de la muerte de Durán, la niña recibía una pensión alimenticia.
Liranzo Ureña tiene una hija que vive en Estados Unidos y a quien muy pocos de los vecinos ni empleados han visto porque en raras ocasiones, iba a visitarla.

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